martes, 14 de mayo de 2013

¿Qué tiene Valparaíso que nos atrae tanto?

 ¿Qué tiene la ciudad puerto que atrae tanto? 
Estoy escribiendo una trivia sobre Valparaíso, para el diario que le edito al Restaurante Café Turri (Templeman 147, Cerro Concepción) y me pregunté, porque hay gente que ama Valpo y otras que no lo aman. Es cierto, en gustos no hay nada escrito, pero Valparaíso tiene "algo" que lo hace querible y a la vez odiable. ¿O no?
 Lo sé, Valpo hace rato que tiene personalidad propia, vive del turismo y es cosa de mirar por los cerros para darse cuenta que hay mucha gente con ganas de recorrerlo. Pero también hay otro Valparaíso, que es el que no nos muestran en el tour: el de la basura en sus calles, el de la pobreza; de las casas antiguas que están que se caen cerro abajo, de las micros llenas, de las casas que se queman con los gatos dentro. Lo sé, en todas partes del mundo hay un patio trasero, y eso no lo vamos a cambiar. Pero podríamos hacerlo más amable, cómo podemos cambiarlo y hacerlo más querible aún. ¿No creen?
Me acuerdo perfecto, cuando en abril del 2008, fui a Valparaíso. Había ido antes. Pero esa vez me tocó ir a una reunión para preparar el lanzamiento del Restaurante Café Turri, que abría con nuevos dueños, chef y remodelado totalmente.  Estaba trabajando en Cavas Reunidas, y el gerente de ese tiempo me hizo una encerrona feísima, porque no me dijo a qué íbamos, entonces me encontré frente a los dueños del restaurante esperandome que les hablara de la organización del evento y de los invitados. Obvio, que hice de tripas corazón y armé en un minuto un esquema para explicar cómo sería el evento. Miré fijo a ese gerente, lo odié por supuesto, pero me dije a mi misma: la próxima vez que vuelva a Valparaíso, será de otra forma. Y me preparé. 

El evento salió excelente, invitamos a clientes, amigos, prensa, gente de la armada, en fin. Fue la primera vez que vi Valparaíso y toda la bahía de noche. Esa noche me enamoré de Valparaíso. Obviamente dejé de trabajar con ese gerente, pero no así con el restaurante. Inventamos el diario, donde para este próximo número va la trivia que todavía no termino, por escribir aquí. Es la carta menú, con noticias, reportajes y fotos. Lo escribo feliz, porque sé que la gente, sobre todo los turistas, se lo llevan. Eso si, no hay fotos sociales, porque como dice la teleserie de moda, "lo que pasa en el Turri, queda en el Turri". Cada uno sabe con quién va a comer. Nada de paparazzis, pues. 

Volviendo a ¿Qué nos atrae tanto de Valparaíso? Yo creo que la respuesta la debe tener Pablo Neruda. Imposible hablar de Valparaíso, sin hablar de Pablo Neruda. Su casa, sus rincones. Si hay alguien que amó Valparaíso, fue Neruda y eso se nota en su casa, La Sebastiana (Ferrari 692, Cerro Bellavista) Recorrer sus 5 pisos, mirar la vista desde el comedor, decorado con las copas blancas y verdes y el mantel a crochet, es una belleza. El escritorio que tenía Neruda, con una silla preciosa, está puesto de tal forma que la vista de Valparaíso es imponente. Lo mismo que desde su pieza. No se puede sacar fotos dentro, por eso la única que pude incluir acá, es esta de abajo, de la fachada de la Sebastiana. 


Lo sé, me van a denunciar por decir que Valpo es odiable también. Pero lo digo con amor. El mejor ejemplo de esto que les digo, es el Cinzano. Ese bar añoso que no pasa de moda, en la plaza Anibal Pinto. El lugar es pintoresco, pero feo, (díganme lo contrario), las mesas son chicas y las sillas incómodas; la comida es mala  (bueno, quizás no tanto) los baños son asquerosos (aquí no hay duda) pero estar allí es una maravilla. La música, el bandoneón, la onda lo hace querible. Si hasta la cerveza que te traen en esos vasos mal lavados, es sabrosa. ¡Cómo no quererlo, cierto?


@lapepa74
detripascorazonchile.blogspot.com 

4 comentarios:

  1. Leerte fue estar en Valparaiso, una mezcla de belleza, miseria, bohemia, poesía y añoranza... Queremos a Valparaiso porque hay de nosotros en su estética, su historia, su complicada geografía que el hombre ni logra domarla a pesar de plagarla de sus construcciones.

    Quiero volver al puerto, disfrutar de sus noches mágicas, que el Turri sabe hacer.

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    1. Hermosa tu descripción de Valpo Maria Inés. A mi me resulta una ciudad melancólica, muy parecida en carácter a mi Buenos Aires querido. Es una ciudad que a mi me enamora y como todo amor, no se puede explicar. Quiero volver, no solo a sus noches, también a sus mañanas brumosas, apurando un mate y sorprenderme con un tango que suena en una radio local.

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  2. buen post Pepa, te dejo este documental de Valparaíso en 1964

    http://www.youtube.com/watch?v=hLhGGGaVFHk

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